Cuidado cariñoso y sensible en la educación inicial
Desde 2019, la educación inicial es un derecho de niños y niñas entre 0 y 36 meses, que por su nivel de desarrollo y lenguaje preverbal, el adulto supone generalizadamente que no saben, no entienden, no se dan cuenta, por lo que cree que cualquiera puede hacerse cargo de su cuidado.
El personal docente de los centros de educación inicial tiene una formación apenas técnica. Paliativamente, la SEP incorporó el Marco de Cuidado Cariñoso y Sensible (OMS, UNICEF y BM, 2018) al Programa de Educación Inicial, Un buen comienzo (SEP, 2017), con la intención de involucrar a padres y cuidadores para ofrecer condiciones que garanticen que las y los pequeños tengan servicios de salud, nutrición, oportunidad de aprendizaje temprano y calidad en las relaciones de interacción social y emocional favorables para su bienestar, crecimiento
y desarrollo saludable, enfatizando que las educadoras trabajen el desarrollo infantil integral, el desarrollo socioemocional y establezcan una relación de calidad educador-niña/niño.
Empíricamente, se ha mostrado que la falta de formación profesional del personal con función docente, constituye un obstáculo y riesgo para la aplicación del marco del cuidado cariñoso y sensible. Aquí se ofrece un acercamiento accesible y comprensivo a los fundamentos teórico-metodológicos del Marco de Cuidado Cariñoso y Sensible, evitando su aplicación mecánica, y un novedoso recurso de las escalas de los atributos del cuidador educador sensible, colaborador, accesible y aceptante, capaz de entender y atender las necesidades socioemocionales de menores de 3 años, como una experiencia de aprendizaje que guíe la auto-observación, auto-reconocimiento y auto-evaluación, sin experimentar la sensación persecutoria de una evaluación externa.