Hubiera querido ser pájaro
Una niña juega en un columpio e imagina que puede alcanzar el Cielo y escapar volando de los problemas de su casa, los cuales no son tan diferentes a los del resto de las mujeres que habitan el universo narrativo de Sandra Santos. Con un lenguaje franco, y sin tantos elementos rebuscados, Sandra nos cuenta historias tomadas de la realidad de nuestros barrios, los cuales muchas veces no son tan bonitos, porque nuestro México lindo y querido está rodeado de violencia, machismo, misoginia y una doble moral que nos hace santiguarnos al hablar del ejercicio libre y consensuado de la sexualidad y ver con indiferencia las condiciones de desigualdad que nos rodean.