Gestión del conflicto desde una perspectiva biopsicosocial
El propósito de esta obra es promover un enfoque holístico y multidimensional para la gestión del conflicto, donde se reconozca la interconexión entre los aspectos biológicos, psicológicos y sociales, permitiendo así abordar de manera más efectiva las complejidades y desafíos inherentes a las situaciones conflictivas. Gestionar el conflicto no implica eliminarlo, sino aprender a enfrentarlo con sabiduría y equilibrio. El conflicto no solo surge de intereses contrapuestos, sino también de las emociones intensas, los valores arraigados y las expectativas que no siempre se alinean entre las personas. Esta realidad, aunque desafiante no debe considerarse únicamente como un problema. Más bien, el conflicto representa una oportunidad para comprendernos mejor, crecer y construir relaciones más auténticas.
Cuando las diferencias individuales se perciben como una amenaza y una de las partes cree poseer la verdad absoluta, la relación se ve seriamente afectada.
Este desafío comienza en el interior de cada individuo, en su habilidad para reconocer sus emociones, aceptarlas y canalizarlas de manera constructiva. En este sentido, la regulación emocional se convierte en una herramienta transformadora, capaz de convertir el conflicto en un proceso de aprendizaje y evolución personal y colectiva.
Sin embargo, para que el conflicto se transforme en una oportunidad en lugar de una amenaza, resulta esencial el desarrollo de una habilidad clave; la regulación emocional. La capacidad de gestionar nuestras propias emociones ante situaciones desafiantes en el pilar que permite evitar que los desacuerdos escalen hacia dinámicas destructivas. La regulación emocional no solo nos ayuda a mantener la calma y la claridad mental, sino que también abre la puerta al entendimiento mutuo, a la empatía y a la resolución efectiva de problemas.