¿Los ovarios a la presidencia? ¿bendición o tragedia?
Cuando s. Montoya, pone ante nuestra vista, su más reciente Obra titulada: ¿Los Ovarios a la Presidencia? ¿Bendición o Tragedia?, claramente nos está revelando que, éste, todavía continúa aferrado a su Línea Productiva. Investigación ésta, en la que, al rastrear la historia del Derecho al voto de la femenina –en México– y, a ser votada, el autor se encontró con algunos empolvados datos que demuestran que, nunca como ahora, merecidamente o no, la hembra se ve tan cerca de su arribo a la Poltrona Presidencial, este veinte veinticuatro. Sin embargo, esos entresacados testimonios, indican a la par que, cuando a la dama ha tocado representar, administrar, gobernar y, demás, a sus congéneres en nuestro país, salvo contadisísimas ocasiones y, éso, en plenos albores, ha dejado un buen sabor de boca. En efecto, al hacerlo como tal, hasta ahora, una escasísima minoría de ellas, merecen mención y respeto. ¡Muy poco digno de serles tomado en cuenta! Generalmente, pues, no han brindado constancia de buenos resultados a su pueblo y, sí, demasiado qué desear. En concreto: la utilidad o provecho rendidos, han sido verdaderamente deprimentes. Casi siempre han quedado a deber. En ello, no han sabido cuidar mejor sus actos, ni hemos escuchado o leído nada sensacional, digno o extraordinario en su favor. ¡Qué desilusión! ¡Qué desperdicio! ¿Para qué tanto sacrificio? ¿Tanto andar por ese largo, duro y sinuoso camino, para llegar y, mostrar toda una ristra de desagradables actitudes? ¡Urge que recuperen esa autoridad y ese respeto idos, quizá antes de lo debido! ¡De ser posible sin tardanza! ¿El simple cambio de Butacón Mayor será la garantía que se espera? ¿La sola llegada a nueva sede, a nueva chamba, avala o prueba un espíritu de servicio distinto? ¿El fácil reemplazo de oficina mejorará su actuación? ¡Es más factible que lo que ha venido haciendo hasta ahora muy mal, lo siga haciendo desde el Solio Presidencial! ¿Afirmar que, porque una mujer gobierne, ésta lo hará “mejor y diferente” a los varones? ¡No estemos tan convencidos! ¡No hagamos tantos castillos en el aire! ¡No abriguemos muchas ilusiones! ¡No hay que cantar victoria, porque podríamos terminar harto decepcionados! Aunque breve lo expuesto, es interesante entender y, basta para enfatizar que, la pura muda de prendas en quien se habrá de sentar próximamente en la Silla más peleada entre los grillos mexicanos, no significaría necesariamente que lo desempeñará de una manera distinta y, ahora sí, a favor de los más jodidos. ¿Ahora sí, un excelente y verdadero papel? ¿Qué es lo que ahora sí nos augura que, su actitud será opuesta al ejercer el Máximo poder? Inquietos e impacientes estamos porque, desde esa más sobresaliente investidura civil en la República Mexicana, le sirva a ésta, para demostrarnos OPORTUNAMENTE, a suficiencia y, cabalidad, cuán equivocados se anduvo en estos largos y extenuantes renglones. ¿Cuáles son nuestras esperanzas y, qué buenas cosas podemos abrigar, si llega una varona el presente año de 2024? ¿Empeoraremos o mejoraremos? ¿La moneda podría estar en el aire? Venga, pues, en buena hora el gobierno Presidencial de una fémina, peeeeero. . . UN Se nos olvidaba: su ˝padre˝ Ruiz Cortines les concedió la luz, ¿AMLO les enseñará el cielo?