Reseña

Jorge Andrés Pérez Ruiz en este viaje
teje el interior de otro paisaje: Escupir espinas por la
boca . La transparencia de este libro es el resultado de
todo un camino latinoamericano recorrido y en el que
aparece una especie de romanticismo emergente: “Lo
realmente amargo como el llanto/ me dice tu nombre”.
Pero, ¿se le puede llamar romanticismo a una estética
que canta de la belleza, lo ríspido? Se le puede llamar
furia, voluptuosidad o canto severo. Afortunadamente
esto no es una tesis así sólo puedo llamarle poesía,
de la ruda, rica y con garra, cual guerrero frente al
nacimiento del sol después de una larga batalla para
salvar la Vida. “Ya no soy la palabra que dictas/ sino ese
resplandor ardiendo/ tras tu nombre innombrable”.
La voz de Jorge Andrés Pérez Ruiz es la voz de un
Hombre, es la voz de una Mujer, es la voz de un Ser
en gracia que sabe mirar y buscar; hallar y perder sus
propias formas: “Hoy tengo que averiguar ciertas
cosas/ en el gravitar de las palomas/ como el sonido
del reloj al recorrer el día/ o esa sombra que se
asoma/ dando vuelcos y luego se esconde.”