Género y pedagogía critíca
Un acercamiento desde múltiples voces
El libro Género y pedagogía crítica, un acercamiento desde múltiples
voces es un esfuerzo colectivo que integrantes de la comunidad
académica realizan como estudiantes de posgrado y como formadoras
de investigadores en los programas que ofrece el Instituto de Pedagogía
Crítica (IPEC). Es un esfuerzo por compartir las reflexiones en
torno al género, a partir de un piso teórico común, construido desde
diversos posicionamientos, pero teniendo como telón de fondo los
elementos centrales de la pedagogía crítica latinoamericana, así como
los aportes de la corriente norteamericana y la sociología crítica.
La construcción de este libro surgió como necesidad de la comunidad
académica del IPEC de dialogar con pedagogos, educadores e
investigadores interesados en desentrañar e incidir sobre los diferentes
fenómenos de la realidad social. Consideramos que enunciar nuestra
palabra para que vaya al encuentro con otros y otras es una forma de
construirnos en conjunto, una visión más crítica, más consciente del
mundo en el que somos y en el que estamos, como diría Freire. Por
eso, decidimos poner en la mesa del debate los hallazgos de algunas
investigaciones que hemos venido realizando durante la última
década, dentro de los procesos de investigación, generalmente con
fines de titulación dentro de nuestros programas de posgrado, pero
también como forma de asumir nuestro compromiso como proyecto
pedagógico alternativo con un posicionamiento pedagógico, social
y político a favor de los grupos oprimidos.
Para acercarse a diversos aspectos relacionado con el género dentro
de los espacios escolares y desde el punto de vista de la pedagogía
crítica, cada una de las autoras desarrolló un proceso de investigación
utilizando diversos enfoques y herramientas metodológicas, pero ellas se plantearon el objetivo central de estudiar de forma
crítica diversos mecanismos, situaciones y procesos que fomentan
la opresión por cuestión de género. Es por eso, que al socializar
entre pares las reflexiones construidas en cada uno de los objetos
de estudio, se visualizó como una gran oportunidad de dialogar de
forma colectiva, a través de este libro con quienes se interesen en la
temática o con alguno de los aspectos específicos que aquí se ponen
de relieve, los cuales podrán encontrar de forma tangible en cada uno
de los capítulos que componen el libro. Seguramente encontrarán
tópicos con los cuales, y a partir de los cuales, podrán desplegar una
serie de ideas y reflexiones que nos ayuden a identificar y denunciar
situaciones de desigualdad y opresión de género. Pero también podrán
encontrar elementos que nos ayuden como comunidad, a construir
visos de esperanza, delineando procesos de concienciación y formas
de resistencia a estos mecanismos que amordazan la acción en la
construcción de un mundo menos opresivo, tanto en el género, en
la raza o en la clase social.
El abordaje de los objetos de estudio que se exponen en los
diferentes apartados del libro muestra un proceso de investigación
muy bien delimitado, conceptualizado y coherente entre el problema
planteado, el posicionamiento teórico de las investigadoras y el
método que utilizan para profundizar en el conocimiento de esta
realidad. Se evidencia un proceso sistemático de investigación con
una postura epistemológica crítica, pues independientemente del
método utilizado, las autoras lo utilizan como una herramienta flexible
para denunciar mecanismos concretos de opresión e identificar
procesos de justicia social que emergen del análisis teórico-empírico
que cada una de ellas realiza, tal como lo propone la teoría crítica.
Por tal motivo, será evidente que estos estudios están delimitados
no sólo por el posicionamiento teórico que cada autora asume, sino
también por las condiciones históricas, sociales, culturales y políticas
que determinan su experiencia como educadoras, como profesionistas
y mujeres en la vida cotidiana.
La configuración de este libro da la idea de un rompecabezas de
siete piezas, las cuales, se van ensamblando unas con otras de diversas maneras, para configurar un escenario de lo que sucede con los roles,
estereotipos, acoso, discriminación y violencia de género, en espacios
escolares de diferentes niveles educativos, en poblaciones con diversas
características y rasgos. Este rompecabezas se arma a partir de un
entramado conceptual entre la pedagogía crítica latinoamericana,
las teorías feministas radicales, el multiculturalismo teórico y otros
preceptos que ayudan a desnudar la presencia de dispositivos y una
serie de micromachismos que operan para preservar y reproducir la
lógica patriarcal, la cual, no solo se limita a las identidades y construcciones
culturales del ser hombres, mujeres o elles, sino que tiene sus
bases fuertemente enraizadas en una estructura capitalista, neoliberal
que no solo reproduce un sistema patriarcal, sino que profundiza las
desigualdades sociales, legitima una estructura social donde la justicia
sigue siendo un anhelo.
Usando sus recursos literarios, las académicas que generosamente
nos comparten sus ideas en este documento, y con ellas, la
oportunidad de conocer, a través de su mirada los escenarios donde
se reproducen estereotipos de belleza, de actitudes adecuadas a los
roles de género incrustados incluso en los juegos colectivos en la
escuela primaria. Otras autoras desnudan los mecanismos seductores
como el amor romántico, que propagan mitos, creencias e imaginarios
colectivos y condenan a las mujeres a una opresión personal y social.
Un hilo continuo en la reflexión de las autoras es la denuncia de la
violencia que se naturaliza cuando se asumen como algo cotidiano
estas construcciones culturales. Pero develan cómo ésta muestra su
cara más perversa cuando se manifiesta en poblaciones doblemente
vulnerables, como son las mujeres con discapacidad, en condición
de pobreza o con rasgos culturales diferentes.
Dentro de los espacios de debate que se pueden gestar al introducirnos
en la lectura de este libro, se encuentra la formación
de docentes y profesionales de la educación. Se dibujan modelos
y relaciones pedagógicas que prevalecen al interior de las escuelas
formadoras de docentes, a partir de las construcciones que se tienen
sobre identidades, roles, estereotipos y la visualización de la violencia
de género que predominan entre directivos, docentes y estudiantes.Desentrañan la vinculación explícita entre las pedagogías bancarias,
domesticadoras y la formación de ciudadanos con conciencia social.
De ahí que brinden una red conceptual interesante en la cual, los
lectores se pueden trasladar en una especie de telaraña, desde una
noción pedagógica como es la disciplinarización de los cuerpos, de
los actos, de las expresiones más profundas del ser humano, que
desembocan en la incorporación acrítica de la violencia de género.
De manera explícita este libro perfila una tipología de la violencia
de género que se vive al interior de las escuelas, no solamente
a través de actos pedagógicos concretos, sino que se manifiesta a
través de los discursos, en las oportunidades de acceso de mujeres
a puestos directivos, o bien, a las escasas posibilidades de acceder a
ciertos espacios políticos, de coordinación, de liderazgo institucional.
Esto deriva en la preservación de restricciones que se gestaron en
el capitalismo incipiente, donde, para preservar una estructura de
división de clases y legitimación de la explotación laboral, se conflagró
la división sexual del trabajo, que condenó a las mujeres al trabajo
doméstico y limitó su acceso a los espacios públicos. Se acalló su voz
como sujeto social y se le adjudicó un rol que la pone en desventaja,
vulnera sus derechos ante los demás. Esta definición de los roles de
género está recubierta de una ideología que le impide, sobre todo a
las mujeres, imaginarse como un ser en praxis, con potencialidades
suficientes para desentrañar las condiciones de opresión que le
envuelven y actuar en colectivo para transformarlas. Cabe destacar
que esta dominación social, que se da a través de lo que en términos
marxistas conocemos como alienación del hombre consigo mismo,
con el producto de su trabajo, con su actividad y con su género, es lo
que deriva en una naturalización de la violencia, tanto para quienes
la ejercen como en quienes la padecen. Esta disertación teórica la
podemos encontrar como eje vertebral de los análisis que de manera
aguda las autoras nos comparten, haciendo que cobren significatividad;
por su concreción en las relaciones sociales; nociones como
enajenación, violencia simbólica, micromachismos, techos de cristal,
contra-pedagogías de la crueldad, entre otros muchos, que posibilitan
seguir complejizando un fenómeno tan actual y vigente como es la
opresión de género. Concibiendo a este tipo de publicaciones como una posibilidad
para enriquecernos en colectivo, a través del diálogo y el debate de
las ideas que aquí se comparten, el IPEC tiene en prospectiva que este
volumen sea el primero de una colección permanente de reflexiones
sobre vulnerabilidad y brechas de desigualdad en entornos educativos,
culturales, sociales y políticos.
La intención es que de manera permanente los estudiantes y
académicos que conforman nuestra comunidad pueda difundir sus
construcciones con otras personas interesadas en la temática a través
de este medio. Seguramente podremos encontrar estudios individuales,
de quienes así decidan socializar su trabajo, pero tenemos especial
interés en generar en esta colección, una serie de libros colectivos,
donde colegas que incursionan en el mismo campo, puedan dialogar
entre sí y de esta manera, trazar una cartografía temática rica en
paisajes sobre un asunto particular, tal como sucede en este libro
cuyo eje vertebral es la opresión de género desde distintos espacios,
actores y momentos.
Abrir espacios de diálogo a partir de la difusión de ideas a través
de publicaciones como la que aquí se presenta, es un reto que debemos
enfrentar, si queremos seguir formándonos como comunidad académica
interesada en desentrañar procesos sociales que nos permitan
conocer a profundidad la realidad en que habitamos, nos relacionamos
y las formas y medios que tenemos a nuestro alcance para transformarla.
De ahí que nos planteamos el diálogo como posibilidad para esto,
pues lo más interesante no está en lo que se comparte con los otros
y otras, sino en lo que viene de retorno como diría Foucault. De ahí
que esperamos que quienes interactúen con este libro puedan compartir
sus reflexiones no solo con las autoras, sino con la comunidad
educativa del IPEC, ya sea a través de conversatorios que con motivo
del día internacional de la mujer, se realiza a través de espacios de
encuentro donde convergen personas interesadas en socializar ideas,
o bien, en la cátedra permanente sobre temáticas de género, la cual
se gestó a partir de este libro y el desarrollo académico que algunas
docentes han estado trabajando a profundidad.
Me gustaría hacer un reconocimiento del esfuerzo contenido en
cada uno de los capítulos de este libro, pues las autoras, desde sus diversas posiciones en el ámbito educativo, con el caudal de ocupaciones
que les interpelan como profesionistas, madres y mujeres en
desventaja en un sistema patriarcal, han vencido múltiples obstáculos
para desarrollar un proceso investigativo de años, que acompañado
de una formación teórica que se ha ido haciendo cada vez más sólida
ha podido enfrentar la falta de condiciones y recursos para realizar
sus estudios, han podido con todas esas dificultades, construir conocimientos
sustentados, pertinentes, que nos abren posibilidades
a los educadores, pedagogos, investigadores y activistas sociales, las
posibilidades de sumergirse en aguas profundas de la opresión de
género que se gesta y se reproduce desde los espacios escolares.
Este libro abre las puertas a miradas menos inocentes de los actos
humanos al pasarlos por el tamiz de la pedagogía y la sociología
crítica, lo cual, necesariamente tendrá un efecto problematizador
en los lectores, pero como sabemos desde el constructivismo, es esta
problematización la que detona los nuevos aprendizajes. Por tanto,
estoy segura de que al interactuar con esta lectura se gestarán múltiples
reflexiones que coadyuven a construir una visión colectiva sobre
el género desde la pedagogía, para repensar nuestra labor dentro de
las escuelas, así como en las formas de relacionarnos socialmente con
los y las otras, además de coadyuvar colaborativamente a erradicar la
cultura patriarcal, neoliberal que nos sigue oprimiendo.
Dra. Sandra Vega Villarreal