El hombre que Dios amó
En estas págnas se concreta uno de mis mayores anhelos: escribir un libro. Durante el proceso, repasé las ocho décadas que, hasta hoy, conforman mi vida: he transitado de la luz a la oscuridad y de la oscuridad a la luz en numerosas ocasiones; siempre, regresando a la luz que Cristo me ha mostrado hasta el día de hoy.
Desde hace muchos años supe que El hombre que Dios amó debía ser el título, pues no han sido pocas las ocasiones en las que, de no haber sido por él, habría muerto. La primera, cuando tenía solo cinco años: luché por mi vida para no ahogarme. Hoy, después de tantas pérdidas y tantas ganancias, agradezco por todo lo que me ha permitido construir, conocer, aprender, sentir y vivir.
Jesús González Montañez