Historia de la metafísica
Battista Mondin, el autor de esta Historia de metafísica ‒una de las pocas obras en su género‒, fue alumno del gran Werner Jaeger en Harvard, y pudo saborear ‒en los textos griegos originales de Platón y Aristóteles‒ las frescas fuentes de, en palabras de Mondin, “la reina de todo saber humano”: la metafísica. Después se dedicó al más grande metafísico cristiano, Tomás de Aquino, volviéndose especialista en él.
Esta obra, escrita en tres prolijos tomos abarca las aportaciones en la metafísica clásica desde el nacimiento de la metafísica en Grecia en la época presocrática, pasando por Tales de Mileto, Anaximandro, Pitágoras, Heráclito, los sofistas, Sócrates, Platón, Aristóteles, el epicureísmo, el estoicismo, el escepticismo y Plotino, esto por cuanto al primer tomo. En el segundo se transita de la metafísica clásica a la cristiana, abordando a Clemente de Alejandría, Orígenes, el gnosticismo, Gregorio de Nisa, Agustín de Hipona, Boecio, Avicena, Averroes, Tomás de Aquino, entre otros. Otros filósofos son abordados en el resto de la obra; entre ellos: Cusano, Bruno, Cartesio, Spinoza, Leibniz, Locke, Vico, Kant, Abeto, Hegel, Rosmini, Kierkegaard, Nietzsche, Cruz, Gentile, Husserl, Stein, Maritain, Sertillanges, Bontadini, Gadamer.