Reseña

Jalisco cuenta con condiciones sólidas para reorientar su modelo de desarrollo hacia la bioeconomía circular. La disponibilidad de recursos biomásicos, su liderazgo agroalimentario, el ecosistema tecnológico y su fuerza laboral ofrecen una base favorable para una transición sostenible, competitiva e incluyente.

Cada año se generan más de 15 millones de toneladas de residuos orgánicos, pero menos del 5 % se valoriza. Mientras tanto, la mayoría de estos recursos termina en tiraderos, incinerados, en vías públicas y/o en cuerpos de agua como el río Santiago. A esto se suma una infraestructura de tratamiento y aprovechamiento claramente insuficiente, con plantas de tratamiento fuera de operación, insuficientes destinos finales (centros de acopio y/o reciclaje) y una red logística ineficiente, especialmente en zonas rurales.

Frente a este panorama, la bioeconomía circular ofrece soluciones tangibles. En la Unión Europea, por ejemplo, casi la mitad de la energía renovable se genera a partir de biomasa(IEA Bioenergy, 2024); en la misma región, el sector crea alrededor de 17 millones de empleos formales; y moviliza más de 812,000 millones de euros anuales (European Commission, 2025b). Esa misma lógica puede aplicarse en Jalisco: los millones de toneladas de biorresiduos y biomasa disponibles pueden transformarse en bioenergía, biofertilizantes, bioplásticos y otros bioproductos, generando servicios de alto valor, empleo verde, innovación tecnológica, justicia territorial y la regeneración de los ecosistemas. La oportunidad es especialmente relevante para cadenas estratégicas como el agave, la caña de azúcar, el maíz, la ganadería, los lácteos y la agroindustria, que pueden fortalecerse y diversificarse mediante esquemas circulares.

Este documento analiza con rigor ese potencial y lo traduce en lineamientos operativos. Su propósito es evaluar la viabilidad de la bioeconomía circular en Jalisco, proponer un marco de acción concertado y ofrecer una hoja de ruta replicable para otras regiones del país.
La propuesta de estrategia, además de profundizar en las definiciones y alcances de la bioeconomía, incluye una caracterización exhaustiva de los sectores que integran la bioeconomía circular en Jalisco: agricultura, ganadería, agroindustria, silvicultura, pesca, generación de biorresiduos y la capacidad instalada para su aprovechamiento. Asimismo, incorpora sectores emergentes como la biotecnología y la bioindustria química. Este diagnóstico cuantifica la disponibilidad de recursos biomásicos en el estado y ofrece una visión clara de las oportunidades a lo largo de toda la cadena de valor.

El documento, además, presenta una cartera de aplicaciones potenciales basadas en esquemas internacionales de biorrefinería, destinadas a transformar la biomasa en bioproductos, bioenergía y servicios de alto valor social. Se describen rutas de valorización químicas, físicas, termoquímicas y biotecnológicas que permiten obtener, entre otros resultados, biogás, bioplásticos, alimentos funcionales, piensos y más.

Tomando como referencia diversas estrategias nacionales y regionales de bioeconomía circular, se elaboró un análisis FODA estructurado en cinco ejes. De esta discusión surgen las propuestas; cinco líneas estratégicas y cinco programas instrumentales transversales que orientan la puesta en marcha de la estrategia. Todos los lineamientos incorporan una visión socioecológica e integral y promueven un modelo de justicia social y responsabilidad ambiental compartida —pero diferenciada— acorde con la realidad territorial de Jalisco y el contexto latinoamericano.
Cinco líneas estratégicas
• LE 1. Marco estratégico y normativo: darle sustento jurídico, fiscal y ambiental a la BEC.
• LE 2. Recursos biomásicos sostenibles: garantizar aprovisionamiento sostenible de biomasa y trazabilidad.
• LE 3. Infraestructura y logística: diseñar corredores de biorrefinería y nodos de digestión anaerobia.
• LE 4. Transformación industrial: escalar procesos de bioconversión, generación de bioenergía y manufactura de bioproductos locales.
• LE 5. Desarrollo de mercados: activar demanda y fortalecer cadenas de valor mediante canales de comercio justo, certificaciones y compras públicas verdes.
Programas instrumentales transversales
Cada línea se apoya en cinco programas instrumentales que aseguran coherencia y eficacia:
1. Perspectiva socioecológica y biorregional — salvaguardas territoriales y valoración de servicios ecosistémicos.
2. Comunicación y sensibilización social — cultura circular y aceptación de bioproductos.
3. Fomento de I+D+i+F — investigación, desarrollo, innovación y formación especializada.
4. Acceso a la financiación — instrumentos para acelerar la inversión bio circular.
5. Cooperación, coordinación y seguimiento — órgano de gobernanza con indicadores de desempeño.
El análisis FODA confirma que Jalisco posee activos productivos y tecnológicos singulares, pero también revela brechas críticas en infraestructura, gobernanza, acceso a financiamiento y presiones a los ecosistemas que pueden obstaculizar la transición. La diversidad biomásica, la infraestructura científica, una ciudadanía organizada con saberes ancestrales y el dinamismo del mercado interno constituyen fortalezas inequívocas; empero, la dispersión territorial de los residuos, la vulnerabilidad de los pequeños productores y las presiones a los ecosistemas representan amenazas que no pueden ignorarse.
Esta Estrategia no parte de cero: se cimienta en planes climáticos, marcos regulatorios emergentes, iniciativas científico-tecnológicas consolidadas y un entramado productivo vigoroso. Su materialización, no obstante, requiere un pacto intersectorial que reconozca la corresponsabilidad de todos los actores y, al mismo tiempo, respete la heterogeneidad de sus capacidades y desafíos así como poner en el centro al medio ambiente… Y a las personas.