Historia de la metafísica
SI LA METAFÍSICA busca el conocimiento del ser (Aristóteles) y de lo verdadero (Platón), y si este conocimiento es tan vasto que aun las mentes más geniales pueden sólo conquistar una pequeña porción de él, esta obra es una gran oportunidad de reunir las diversas visiones e interpretaciones metafísicas para alcanzar una mayor aproximación a la verdad de las cosas, es decir, para, en virtud de la razón, como afirma Hegel, “penetrar en la esencia de las cosas, en la naturaleza y el espíritu, la esencia de Dios…”
Battista Mondin, el autor de esta Historia de metafísica ‒una de las pocas obras en su género‒, fue alumno del gran Werner Jaeger en Harvard, y pudo saborear ‒en los textos griegos originales de Platón y Aristóteles‒ las frescas fuentes de, en palabras de Mondin, “la reina de todo saber humano”: la metafísica. Después se dedicó al más grande metafísico cristiano, Tomás de Aquino, volviéndose especialista en él.