Principios y componentes para planear la recuperación ante desastres
Una aplicación para la Ciudad de México
Los desastres son procesos que cambian de manera significativa el desarrollo de las sociedades, las cuales experimentan múltiples impactos negativos en diferentes dimensiones de bienestar. Entender la experiencia de pérdida de las personas y cómo se distribuyen estas pérdidas es crucial para diseñar intervenciones que permitan que las personas y sus comunidades puedan recuperarse con dignidad. Sin embargo, intervenir en una situación de desastre para lograr revertir el impacto económico y el trauma de una sociedad, puede ser uno de los más grandes retos de política pública al que se tenga que enfrentar un Estado.
La recuperación es la última oportunidad que tiene una sociedad para subsanar los problemas que generaron un desastre y que constituyen parte de las causas de procesos desastrosos del futuro. Sin embargo, la recuperación es un proceso que presenta complicaciones en muchas áreas: legales, económico-financieras, administrativas, contables, logísticas y operativas, sin dejar de lado el reto de tener que aplicarse en contextos donde las personas están profundamente traumatizadas y vulnerables. Los procesos de riesgo-desastre son, en sí mismos, expresiones de fallos en los procesos de desarrollo; el sufrimiento y la precariedad humana tan visibles en estos contextos, mueven muchos sentimientos morales en la sociedad lo cual, necesariamente, genera polémicas en el ámbito político.
El objetivo de este fascículo es explorar los componentes que generalmente se deben considerar en la planificación de la recuperación ante los desastres, y reflexionar sobre su aplicación en un contexto específico; en este caso, la Ciudad de México. Este material ahonda sobre algunos de los componentes técnicos y jurídicos que ya se han implementado en el país, para entender sus alcances y limitaciones; y, con ello, reflexionar sistemáticamente sobre las vías para avanzar en la agenda de la gestión integral del riesgo de desastres, en su componente de recuperación.