Los quehaceres
Las tareas domésticas y los pequeños actos cotidianos —tan aparentemente insignificantes— revelan sus íntimas contingencias en Los quehaceres. Sencillos, pero al mismo tiempo hondos, los poemas de este libro revelan las peripecias milagrosas que esconde la rutina diaria. En medio de la alquimia de los sonidos cotidianos, la nostalgia continua, la melancolía intermitente y el asombro espontáneo alternan y se mezclan de manera natural, proyectando un vislumbre de eternidad.
En este poemario de Adrián Muñoz, el entrar y el salir de casa —para atender trámites o dar un paseo— se convierten en periplos que coexisten con la reflexión acerca de la condición humana. Con claridad, humor y sin pretensiones, estos breves poemas permiten que los actos de lavar los trastes, barrer el piso o mirar a los gatos en el patio evoquen una magia escondida, transformando así la cotidianidad en una experiencia epifánica.