Virtud ciudadana
Fundamentos desde la teoría política clásica
La ciudadanía como categoría de análisis y como práctica cotidiana, se ha transformado con el transcurrir de los años, se ha visto modificada de acuerdo a diversos planteamientos teórico-epistemológicos, así como a juicios ideológicos; pese a ello, algunas características y atributos asignados a la noción de ciudadanía, han permanecido casi intactos desde la génesis misma de este concepto. Tales consideraciones que se mantienen vigentes desde su nacimiento y que representan el deber ser de un comportamiento ético y valioso para la vida en sociedad fueron postuladas por la teoría política clásica, específicamente por los políticos y filósofos clásicos de las culturas grecolatinas. Así, tenemos que la libertad, igualdad, el interés en los asuntos públicos, información oportuna y valiosa, desarrollo de la racionalidad, sociabilidad armónica, deliberación pública de los problemas comunes, respeto a la ley, bien común, entre otros, son enfáticamente construcciones teleológicas que han impregnado la adjetivación del concepto de ciudadano.