Estrategias profesionales para el desarrollo sostenible y el emprendimiento
La historia del mundo no es lineal y progresiva; por el contrario,
ha estado marcada por saltos, tropiezos y no poca violencia.
Cada época ha tenido características propias que han guiado
el estilo de desarrollo humano en todos los ámbitos de su existencia
y han influido en la relación mutuamente transformadora
entre la especie humana y la naturaleza a la que pertenece, pero
de la que a veces se ha alejado.
Los estilos de desarrollo de las sociedades humanas han sido
determinados por modelos económicos; es decir, por los modos
y los medios de producción, pero también por los modelos políticos,
la disponibilidad de recursos y la concentración de la riqueza.
Esto ha ocasionado que el desarrollo de la sociedad no sea
estático ni homogéneo, sino que se transforme con el paso del
tiempo en las diferentes regiones del mundo.
Por otro lado, el conocimiento científico y humanístico, así como
las diferentes culturas del mundo también han impactado en
el desarrollo social al transformar la perspectiva de la humanidad
respecto a la naturaleza. Se ha transitado de una autoconcepción
del ser humano como súbdito de los elementos naturales (convertidos
en dioses) a la de considerarse amo de la creación, con
licencia para utilizar y apropiarse los recursos de los ecosistemas
para sus actividades productivas. Finalmente, pareciera que
los seres humanos han llegado al entendimiento de que son parte
de esa naturaleza, cuya destrucción, daño y sobreexplotación
afectan a todos los que forman parte de ella.
Un desarrollo insostenible en términos
ambientales, sociales y económicos dio paso a la propuesta
mundial del desarrollo sostenible, cuyo principal propósito es enfrentar
los desafíos actuales más grandes de la humanidad en el
contexto de un mundo como un sistema cerrado e interrelacionado.