Crítica de la razón pura
Kant no se limitó a formular una teoría del conocimiento científico; meditó asimismo con hondura y sagacidad en los temas de la conducta moral, de la religión y del arte, no menos que en las exigencias políticas y pedagógicas, que iba reclamando ya la vida contemporánea.
Este autor llamó “crítica” a su doctrina. Su empeño fue enseñar a filosofar, no transmitir los principios de una filosofía hecha. “Crítica” significa apreciación justa, sobre todo, apreciación de las posibilidades del hombre como creador y sostenedor de la cultura. La tarea de la crítica es, a la vez, negativa y positiva. Tocante a la razón humana, hace ver sus limitaciones, pero, al propio tiempo, dentro de éstas, garantiza su obra posible y creadora.
Los objetivos que se propone Crítica de la razón pura giran en torno a las siguientes preguntas: ¿en qué reside la validez del conocimiento científico?; ¿cuáles son los límites de dicho saber?, y, por lo tanto, ¿por qué no es posible la metafísica tradicional como ciencia?, ¿cómo es posible el verdadero conocimiento filosófico?