De la protocolización de documentos
El notariado latino es una institución viva, en evolución, que se ha adaptado a tiempos y lugares cambiantes durante siglos. Permanece vivo porque ha sido útil a las sociedades y lo sigue siendo. Sirve a los seres humanos; agrega valor a los procesos y convenciones de las personas. Da certeza y proporciona seguridad jurídica.
Este proceso de evolución y adaptación reclama una constante reflexión sobre los diversos temas que constituyen la materia notarial, tanto los novedosos que han nacido a partir de las nuevas realidades sociales, económicas y jurídicas, como de aquellos temas que sin ser nuevos, ameritan comentarios que contribuyan a aclararlos y adaptarlos al mundo moderno.
Es el caso de la protocolización de documentos. Pocos vocablos se utilizan cotidianamente de manera tan frívola como la palabra “protocolizar”, tanto por personas no especialistas como por abogados, lo que paulatinamente contribuye a convertir la palabra y sus derivaciones en conceptos poco claros.