Diálogos de vanguardia
La Colección Pearlman en el Museo Nacional de Arte
A fines del siglo XIX, un grupo de artistas e intelectuales encabezaba en París, quizá sin saberlo, una revolución que modificaría la manera de mirar el mundo a través del arte. El cambio de paradigma, encabezado por Claude Monet, partía de que la reproducción de la naturaleza en el lienzo debía ser ejecutada in situ, dejando atrás la cómoda tradición del taller, con nuevos procedimientos técnicos que posibilitarían capturar la rotación terrestre, lo cambiante del entorno y atrapar, por un instante, la efímera postura de las nubes, el viento y la luz.
Ese moderno lenguaje también recogió el bullicio y cosmopolitismo de la Ciudad Luz, la cual, a través de sus espacios de discusión, ocio y entretenimiento, congregaría a los más grandes maestros de aquel entonces, formando un crisol internacional en los talleres, galerías, cafés y cabarets de la vibrante capital francesa. Esas ocasiones de encuentro, evidencian la búsqueda incesante y global de un nuevo lenguaje, que retrataba más la intención que la forma; el mundo era otro y el arte enarbolaba la contundente llegada de la modernidad.
Muchos de los personajes que se dieron cita en aquellos lares, hoy se encuentran reunidos en las salas del Museo Nacional de Arte, gracias al generoso apoyo de su Patronato, que permanentemente respalda la labor del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura para reunir, en esta ocasión, obras fundamentales de la prestigiada colección de Henry y Rose Pearlman.
Los grandes artistas del Impresionismo y Postimpresionismo llegan a este emblemático espacio de la capital mexicana, donde los públicos podrán disfrutar de su diálogo fecundo, expresado a una misma voz. Esta publicación da cuenta de ello.