Reseña

Todos arrastramos cadenas que nos esclavizan y nos causan sufrimiento. La gran mayoría de esas cadenas son autoimpuestas, pues la esclavitud y la libertad surgen en la mente. De este modo, a menudo eres prisionero de ti mismo en ciertos aspectos y áreas de tu vida sin siquiera ser consciente de ello. Cada pensamiento negativo, cada sentimiento tóxico, cada creencia limitante y cada comportamiento autodestructivo es una cadena que te aprisiona y restringe tu felicidad. La llave maestra que te libera y que abre la puerta a una experiencia terrenal más satisfactoria es tu propia mente. Por lo tanto, tu libertad se encuentra en tu interior y no fuera de ti. Para lograr tu liberación, debes conocerte, debes comprender los motivos ocultos (inconscientes) que te controlan, debes reemplazar tus creencias disfuncionales y debes reprogramar tu mente para pensar y sentir positivamente. De no ser así, tus pensamientos y sentimientos nocivos se convierten en tu prisión. En cambio, los que son saludables expanden tu dicha y tu bienestar a través de sensaciones de paz, así como de modos de actuar y hábitos fructíferos.