Reseña

El presente trabajo de reflexión, investigación y análisis responde
al profundo sentimiento de indignación y a la preocupación por la
situación por la que atraviesa actualmente nuestro país.
Quienes creemos que México merece un mejor futuro y, desde luego, algo mejor que lo ofrecido por el gobierno de Andrés Manuel
López Obrador, debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos
para que esto sea posible. No podemos continuar indiferentes ante
los mensajes presidenciales cotidianos de odio y división, que no
llevan a los mexicanos más que a la polarización y a un escenario
de confrontación que se ha vuelto cada día más presente e inclusive
peligroso para toda la sociedad. La unidad hace la fuerza y eso requiere nuestro país en todos sus ámbitos.
En este escenario, sobresale la exclusión que hace el mandatario
López Obrador de muchos sectores de la sociedad pues, en la idea
mesiánica que tiene de sí mismo, asume que nadie sabe más que él
para “corregir el rumbo del país”. Esta circunstancia representa otro
grave problema: la cantidad de gente valiosa a la que ha hecho en
todo momento a un lado, beneficiando a quienes son neófitos en su
materia, pero son leales a él. Es decir, ha privilegiado la lealtad y la
absoluta obediencia hacia su persona, por encima de la capacidad y
la experiencia.
Al menos, en este punto nunca engañó a la ciudadanía, pero los
resultados de esa postura han sido desastrosos. Además de los expertos y capaces, que no han podido aportar a lo largo de su administración pública en una diversidad amplia de temas, están los
organismos, asociaciones de profesionistas, instituciones privadas e incluso instituciones públicas a las que ha ignorado sistemáticamente y, mucho más grave, ha perseguido y buscado su desaparición. Los casos más claros son los del Instituto Nacional Electoral (ine) y el Instituto de Acceso a la Información (inai).
Y ya en otro ejemplo casi de locura demencial, ha agredido y pretendido minar a la máxima autoridad del Poder Judicial de México, violando con ello la división de poderes. Se entiende su aversión hacia la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues faltando poco más de un
año para que concluya su sexenio presidencial ha tratado de denigrar
y menospreciar al poder que tiene la encomienda de defendernos a
todos los que vivimos en este país, en términos de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos que él juró defender.
Por todo lo anterior, el presente libro busca invitar a la reflexión, no
sólo a quienes no hemos estado de acuerdo con él desde un inicio,
sino a quienes votaron por este cambio, pero han podido ver que los
resultados obtenidos no son los que nuestro México se merece. De
hecho, son cambios que han llevado al país al retroceso en materia
económica, educativa, social, cultural, de salud, de telecomunicaciones, de respeto a la comunidad internacional y al medio ambiente,
por enlistar los ámbitos más relevantes.
Yo me pregunto y le pregunto a los lectores que votaron por él si están conformes y contentos con este resultado, y si quieren que continúe nuestro país por este lamentable camino de atraso, retroceso,
división, encono, falta de respeto a las instituciones y a quienes no
comulgan con él.
Me resulta muy peligroso que la continuidad de este sistema de
gobernar se produzca gracias al voto favorable, en las próximas
elecciones presidenciales, de quienes reciben dádivas del gobierno
por cualquier causa. Ese dinero sale de los propios mexicanos, pero
no se invierte para mejorar nuestro país; se entrega para tener contentos a quienes no buscan esforzarse por una vida mejor.