El populismo. Estado de la cuestión y el caso de México
Existen innumerables libros y artículos en revistas especializadas que abordan el fenómeno del populismo. Ante esta abundancia, ¿para qué un libro más?, se pregunta el editor. En México hemos llegado tarde a esta discusión. Nuestra tardía transición a la democracia produjo también un desgaste de la democracia elitista muy posterior a la sufrida en la mayor parte de América Latina.
En casi todos los países de la región emergieron distintos proyectos populistas desde principios del siglo XXI, unas dos décadas después de las transiciones a la democracia desde regímenes dictatoriales. Mientras los mexicanos experimentábamos una modesta primavera democrática, los países del Cono Sur ya estaban avanzando, en su mayoría, hacia la fase del neopopulismo.
Desde la llegada a la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, el interés en la
cuestión del populismo creció de manera extraordinaria al volverse una asunto vital e
inmediato. El carácter tardío de nuestra entrada al debate contemporáneo sobre el
populismo explica parcialmente que tengamos una relativa escasez de estudios empíricos sobre el tema y una discusión teórica menos intensa. Por ello es pertinente y necesario, en este contexto, revisar el debate contemporáneo sobre el populismo y ponderar su potencial contribución a la caracterización del actual gobierno y del futuro de la democracia mexicana.