Reseña

El Consulado de México en Salt Lake City se estableció en 1911 en medio de importantes transformaciones económicas. Por una parte, un número creciente de ciudadanos estadounidenses buscaban invertir en negocios y bienes raíces en México; por otra parte, se expandieron las oportunidades laborales en los campos betabeleros, las minas y la construcción de caminos ferroviarios, oportunidades a las que un número creciente de mexicanos acudieron. Dentro de este contexto, el Consulado facilitó las relaciones comerciales a la vez que veló por los derechos, la salud y el bienestar de los mexicanos residentes en la región. Promover la cultura también formó parte de la misión consular. En colaboración con las principales instituciones cívicas, gubernamentales, educativas y religiosas, el Consulado enriqueció la vida cultural con la celebración de fiestas patrias, pláticas sobre la historia mexicana y el establecimiento de bibliotecas.
A partir de esto, el libro revela cómo el personal del Consulado, sus familias y los mexicanos residentes en Utah han formado parte integral del tejido social de este estado. Se subraya, desde una región menos conocida en estudios consulares, la historia de colaboración entre el Consulado y las diferentes entidades gubernamentales, cívicas, religiosas y educativas. Esta historia de colaboración es una historia que sigue vigente.
Este libro representa una colaboración entre el Consulado de México en Salt Lake City, el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Utah, el Observatorio de la Relación Binacional México y Estados Unidos y el Archivo Histórico Diplomático de la Secretaría de Relaciones Exteriores, resultado del programa de Apoyo a la Investigación sobre la Historia de las Relaciones Internacionales de México en el Extranjero, Isidro Fabela 2022, promovido por la Secretaría de Relaciones Exteriores, a través de la Jefatura de Unidad para América del Norte y la Dirección General del Acervo Histórico Diplomático.