Tierra de terregales
Son dos los temas principales de este poemario: el espacio y el tiempo. La poeta reconoce y celebra su pertenencia a un territorio particular, a una zona desértica donde sus pasos levantan “sólo arena y polvo”, a una ciudad “seca y desnuda”. El paisaje abierto, los cerros grises, los ríos escuálidos de cauces agrietados, las tardes de tolvaneras han quedado impregnadas en los labios y en la memoria, se han vuelto parte del cuerpo y de la sangre, los lleva en las entrañas. Su Tierra de terregales es una íntima alabanza al terruño que la vio nacer, a la ciudad en la que corrió de niña por las calles, brincó la cuerda, jugó a trepar a las azoteas; lugar de los encuentros y el amor de juventud donde en un año nuevo se escribió el destino a ritmo de vals; ciudad donde se levantó la casa de todas las edades, donde junto a una ventana golpeada por la ventisca escribe una mujer su libro de poemas.