Educación para la sostenibilidad, la formación ciudadana y la interculturalidad
La escrituralidad académica se da en varios sentidos: una de ellas —la más común— es a través de los textos que desarrollan los estudiantes, como parte de su formación escolar; la otra, no menos importante, es la que desarrollan los académicos. Nótese: no refiero solamente la de los docentes, quienes imparten docencia, sino a aquellos docentes que además de la enseñanza, dedican buena parte de su desarrollo institucional a la investigación y divulgación. Son estos quienes tienen el reconocimiento de académicos. Y son éstos —claro está— a quienes me refiero en segunda instancia.
Este libro da cuenta, en buena medida, de parte de dicha actividad. Los artículos que conforman su corpus tejen una gama de interpretaciones de lo que es el fenómeno educativo. Cada autor(a), desde su experiencia profesional, muestra elementos tanto de la docencia como de la investigación desde los cuales se puede comprender una educación abierta, inclusiva, intercultural, dinámica, procesual, autogestiva, significativa, valorando las prácticas educativas, con memoria histórica, desde una mirada antropológica, con un pensamiento geográfico, valorando la investigación y la intervención como partes inherentes del proceso educativo, sin perder de vista la importancia de la ética en el momento histórico que hemos vivido recientemente: la pandemia, así como la importancia del proceso de titulación que llevan a cabo los estudiantes normalistas. Todo esto —subrayo— desde los diversos ámbitos académicos en que se desarrollan los coautores de este libro.
Un punto que hay que destacar es la riqueza que aporta, en un sentido de no ser productos endógamos, ya que comprende a académicos de Escuelas Normales, así como de diferentes Universidades. Esto hace que la mirada epistemológica se abra a contextos que, al final, vienen a conformar un tejido socioeducativo mucho más amplio que el que pudiera ofrecer si sólo participáramos quienes laboramos en la Escuela Normal Superior de Querétaro. De ahí que agradezca sobremanera la participación de todos(as) los académicos que amablemente se han sumado a este proyecto de investigación y divulgación.
No omito mencionar que cada artículo coadyuva a fortalecer la educación para la sostenibilidad, la formación ciudadana y la interculturalidad, tal y como lo establece la línea de investigación de nuestro CA.
Agradezco también a la Dirección de nuestra institución por el apoyo prestado a la presente publicación.
Espero que el libro aporte a la discusión académica de los temas que aquí se presentan. En particular, espero que los y las estudiantes vean la posibilidad de abrir nuevos horizontes en su formación académica. Después de todo, un docente nunca deja de formarse, pues de ello depende que valore el hecho del concepto mismo de “formación”.