La vida un repaso
Repasar, acumulado el tiempo, es un bello y necesario ejercicio. Una suerte de calendario abierto al pasado. Un llamado a los nuevos días a partir de los viejos días. La vida plana es yerma. La vida tiene incontables rostros: alegres, tristes, plenos, rotos.
Repasar la vida: ¿cómo, cuándo, por qué? Con el transcurso de los años, durante la adultez o la vejez, siempre releemos. En ocasiones zurcimos, otras veces sonreímos.
A diferencia de los animales no humanos, hojear la vida es un acto propio de nuestra especie. Hacerlo fortifica. Hacerlo, no sólo en torno a la muerte de los seres queridos o la de uno mismo, es prudente. Hacerlo, cuando predomina la alegría, es atinado. Las vidas se fragmentan, las vidas se rehacen. Repasar y tejer, enmendar y amar.