Atenas 317
La obra utiliza un lenguaje fracturado en esquirlas para representar el discurso de una psique trastocada por la depresión clínica y la ruptura paulatina de un vínculo amoroso. A lo largo de once secciones, cada una con sus propios principios compositivos, el poeta utiliza un diálogo entre texto e imagen, y repite frases y versos para reflexionar sobre la pérdida, la memoria y la naturaleza discontinua del tiempo.