De naturaleza amarga
Esta obra supone una poética personal que se articula en el diálogo con las tradiciones literarias del dolor y la desesperación, en las que la enfermedad, la ruina, el abandono, la miseria, el desamor, el desamparo, la guerra y, por supuesto, la muerte, son tratados de una manera dramática, pasional y descarnada. Dividido en dos apartados: en "Muro de espejos", la voz lírica se asume ya derrotada y vencida por esta realidad; en "Naturaleza amarga", se extiende el tratamiento de la adversidad al exterior. Sin embargo... queda al final, entreabierta, la posibilidad para una ulterior reconciliación.