Efectos del proceso de empobrecimiento en la desigualdad y el desarrollo social en los territorios
En el Volumen VI “Efectos del proceso de empobrecimiento en la desigualdad y el desarrollo social en los territorios”, se presentan los trabajos de la sección sobre desigualdad regional, empobrecimiento y desarrollo social.
Estos trabajos buscan construir un esquema de investigación, una propuesta para elaborar textos que implementen la praxis acumulada en varios años de participación en el tema y en la Asociación. De manera implícita el propósito es esbozar una agenda de temas a discutir, de los cuales necesitamos de discusión teórica para fortalecer la investigación en sobre este tema. Compartimos escritos para formalizar nuevos conceptos, nueva teoría; queremos transitar entre teoría y praxis, combinarlas para transformar.
Esta sección recorre conceptos: marginación, medición de marginación, pobreza, medición de pobreza, desarrollo. Decir que la pobreza es un problema de estado y no un problema social implica cambio de marco teórico; verla como problema social restringe el espacio de explicación a un conjunto de variables sociales oficiales que manejan variables superfluas y evasivas del problema. Pensar la pobreza como producto de un proceso de empobrecimiento invita a la búsqueda del papel del Estado y establece el escenario donde se produce la pobreza. El Estado es el contenedor de los procesos que se conjugan en el empobrecimiento; lo social es una concepción incompleta e indirecta de la pobreza. Debemos alejarnos de la pobreza y documentar el proceso de empobrecimiento, problematizar la pobreza atrae la atención hacia el concepto de Estado. Entendemos Estado en un sentido más amplio que solamente aparato de gobierno; existen relaciones que determinan acciones y vínculos institucionales.
El problema de la pobreza requiere una visión económica y no social. Pero no solamente en lo económico sino en una concepción mucho más amplia; lo político es el primer invitado para dar respuestas. Proponemos problematizar el Estado con base en conceptos Gramscianos: hegemonía y coerción, clase dirigente y clase dominante, sociedad política y sociedad civil, cultura y política. El Estado es el escenario de la lucha de clases, no solamente es una visión del ejercicio coercitivo del poder sino que es la base donde se gesta una cultura que no es ni natural ni inevitable sino se va construyendo por un complejo sistema de factores. El poder detrás de la cultura esparcida, de la cultura diseminada y flotante. Por eso vemos la cultura revestida de política. Proponemos revisar la cultura que va forjando a los individuos por transitar desde su innata pertenencia de clase hacia su identidad de clase (consciente e inconsciente). Los funcionarios públicos han creído en su labor de Combate a la Pobreza, cuando en realidad son parte de una estratégica Atención al Pobre dictada por clases dominantes. Bourdieu subraya que analizar discurso (o conceptos) sin tener presentes las condiciones sociales de producción de ese discurso (y esos conceptos) no lleva a entenderlo. El marco teórico es parte del problema; el paradigma de antaño es el obstáculo del presente.
Para estudiar la pobreza y el desarrollo, debemos regresar unos pasos y cuestionar la construcción de la sociedad, la construcción de la cultura y la construcción de la política desde su enunciación. Retomar el materialismo histórico dialéctico es la tarea a realizar, además de revisar el cambio debemos cambiar los conceptos. Proponemos hacer cambios cambiando la teoría, la forma de hacer teoría. Son cuatro los puntos de apoyo para generar combate a la pobreza: el salario, el empleo, las finanzas, la soberanía alimentaria. Por salario entendemos el imprescindible salario mínimo pero también una digna remuneración por el trabajo realizado, en cualquier nivel y sector. El empleo abarca la selección productiva de las plazas que incluyen un salario digno, con una visión que responda a las necesidades de las regiones del país Las finanzas tienen dos vertientes, la recaudación fiscal exhaustiva y el control de tasas de interés (créditos comerciales e hipotecarios) en favor de los consumidores. La soberanía alimentaria marca el regreso a incentivar el sector primario en el país, muy diferente a pensar en la seguridad alimentaria donde no producimos lo que nos comemos.
Esta vez la sección se desarrolla en seis bloques, la de pobreza tiene seis trabajos, la de espacio urbano también seis, espacio rural tiene tres, aportaciones de estadística ocho, asuntos de economía tres y el último bloque es multitemático de Estado conteniendo doce trabajos.