El cuerpo
Su memoria, sus emociones...su queja
El autor de esta obra nos muestra al cuerpo como un espacio necesitado de la compasión del Zen, es decir dejar al otro encontrarse así mismo.
No podemos escapar de nuestra historia, de nuestro origen, de nuestra vida y de la vida de los otros, descubriéndonos como seres frágiles y necesitados de nuestros semejantes.
La obra nos muestra el trabajo y proceso del propio autor al decirnos lo inútil que resulta quedarse en el refugio y la queja, más en una sociedad en proceso de cambio como la nuestra, que podría mejorar si los ciudadanos escucharan al cuerpo y pasaran a la acción de suministrarle cuidados de calidad.