Reseña

Éste es uno de esos libros cuya suerte resulta difícil de explicar; durante el siglo XVIII y buena parte del XIX, provocó innumerables ataques, réplicas, reseñas de todo tipo, denuncias histéricas y persecuciones judiciales, y lo más granado de la cultura europea de entonces tuvo que ver en ello. Diderot, Rousseau, Montesquieu, Kant, Swift, Hume, Adam Smith, Bentham, Berkeley, Herder, Macaulay, Colerdige, el doctor Johnson, Marx, Hazlitt y muchos más participaron, en mayor o menor medida, en la polémica abierta por La fábula de las abejas. Años después, tal vez arrinconado por la preponderancia del romanticismo y la Santa Alianza, el libro pervivió sólo en los textos de los especialistas. El pensamiento paradójico de Mandeville arranca con su alegoría del “panal rumoroso” y de la vida de las abejas. Exhibiendo una descarnada ironía clásica describe su visión de la naturaleza humana hasta plasmar una ética revulsiva que defiende el lujo, la envidia y el orgullo, justifica el egoísmo y condena la educación gratuita, la caridad y la frugalidad. Como dice su cínico subtítulo, los vicios privados producen beneficios públicos. Su pensamiento ha podido ser definido como una mezcla de anarquismo filosófico y utilitarismo escéptico.