Poesía hermética: nacimiento, vida, muerte
¿Qué es la consciencia? ¿Cuál es la relación que ésta guarda con la poesía? ¿Qué es vivir consciente y poéticamente? Cuestionamientos como los anteriores, sumados a la idea de que el hombre transita por este mundo con la consciencia dormida, son los que Jorge Antonio Rodríguez y Morgado aborda en Poesía Hermética: Nacimiento, Vida, Muerte, título que, para las mentes que están alertas, recuerda al enigma que la esfinge le lanzó a Edipo, teniendo que el nacimiento correspondería a la primera edad del hombre: la infancia que se recorre con cuatro extremidades; la vida sería la segunda edad, la etapa adulta, sostenida por las dos piernas; mientras que la muerte sería la tercera y última edad del hombre, la vejez, transitada con tres apoyos y con la misma voz, porque el hombre sólo tiene una, gestada desde el comienzo. ¿Será esta única voz que a cada quien le corresponde el signo de la consciencia?
Las tres etapas manifiestas en este poemario, equivalentes a las tres edades, son simbólicas de la vida humana. De hecho, no hay elemento contenido en los versos de Rodríguez y Morgado que no apele a una significación simbólica. Ya desde el título nos advierte la cualidad de los textos a los que el lector se enfrentará (hermética) y esto se corrobora cuando consideramos no ya los títulos de los poemas, sino la estructura y división de los mismos: tres etapas, once poemas en cada una, treinta y tres textos en total. El tres es la cifra que guía los pasos del lector hacia el interior de sí mismo.