¿Por qué enseñar historia los jóvenes?
Una reflexión sobre el sentido de la historia en la formación de las identidades en el México globalizado
El punto de partida de este trabajo se encuentra ligado a un conjunto de interrogantes que han permeado mi práctica como docente de historia, entre las cuales destacan las siguientes: ¿La historia puede ayudar a que los jóvenes expliquen el mundo en el que están parados cuando éste parece girar de manera vertiginosa? ¿Qué tipo de historia se debe enseñar, a fin de que los estudiantes desarrollen un pensamiento crítico que les permita enfrentar con razones
y argumentos los problemas que los afectan en lo cotidiano? ¿El conocimiento del pasado es en verdad útil para comprender los problemas del presente? ¿A partir del conocimiento del pasado se pueden delinear expectativas de futuro? Éstas y otras muchas interrogantes me condujeron a reflexionar sobre una vieja pregunta que hoy cobra especial vigencia: ¿para qué sirve la historia?