Reseña

En septiembre de 2014, se produjo la masacre de los normalistas de Ayotzinapa.
Entre otros crímenes, se asestaría, en medio de la escena de la desaparición forzada, el arrancamiento del rostro de uno de sus estudiantes.
Al cumplirse un año de la masacre, la esposa del joven, en entrevista para un periódico local, declaró: “Hoy sabemos y se confirmó que no sólo fue la fauna del lugar la que devoró el rostro de Julio. Sabemos que fue torturado hasta morir. El desollamiento se dio cuando Julio aún estaba con vida. Le quita-ron el rostro cuando estaba agonizando. No niego que hubiera participación de fauna, pero después que su rostro estuviera expuesto. Después que él estaba ya sin rostro”.