Reseña

Por su posición en el valle y por su traza urbana, por los espacios de sus plazas y de sus calles, por la arquitectura de sus iglesias, sus conventos y sus casas, por sus árboles y sus flores, por su historia y sus leyendas, por los acontecimientos públicos y privados que ahí han sucedido, San Ángel fue –y sigue siendo– uno de esos sitios que tienen siempre algo que decir y, en consecuencia, de los que siempre se puede aprender. Esta no es una historia pormenorizada del poblado, tampoco destaca las vertientes anecdóticas o sus facetas nostálgicas. Se ha tratado de esbozar una experiencia de la evolución de los espacios de San Ángel a lo largo del tiempo, con el ánimo de aproximarse a la comprensión de las propuestas arquitectónicas y urbanas que fundamentaron su atractivo y contribuyeron a establecer su identidad.