El repartidor de Pekín
Cambiando constantemente de ciudad, siempre lleva consigo ejemplares de sus autores favoritos: Chéjov, Foster Wallace, Lydia Davis. Hace años abrió un blog sobre sus trabajos más alienantes y se viralizó. Convertido en libro y gracias a su voz llena de verdad y de humor, ha tocado la fibra de millones de personas. Hu ilumina las vidas invisibles tras los trabajos que mantienen el mundo en marcha, pero también muestra cómo, gracias al poder de la literatura, encontró consuelo e incluso una forma de libertad. Este libro se interroga sobre el sentido del trabajo mientras una pregunta más acuciante cruza toda la narración: ¿Acaso alguno de nosotros sabe de verdad cómo vivir?