Reseña

El trabajo colaborativo se presenta como una estrategia pedagógica efectiva para promover el desarrollo de habilidades sociales en instituciones de Educación Especial. Esta investigación identificó cómo las estrategias de trabajo colaborativo estructurado pueden fortalecer competencias como la comunicación efectiva, la autorregulación emocional y la autonomía en seis estudiantes de segundo grado de secundaria de un Centro de Atención Múltiple en Puebla, con diagnóstico de discapacidad intelectual, auditiva y trastorno del espectro autista (TEA). La intervención se basó en técnicas de la pedagogía de Célestin Freinet —como la asamblea, talleres y juegos cooperativos— y se aplicó durante un ciclo escolar completo. Para evaluar su impacto, se utilizó una metodología cuasiexperimental sin grupo control, combinando análisis cuantitativo (mediante la Escala de Habilidades Sociales Básicas en pretest y postest) y cualitativo (tomando como base el diario de campo). Los datos cuantitativos se analizaron a través de promedios ponderados, mientras que los registros cualitativos permitieron observar avances individuales y dinámicas grupales. Los resultados mostraron mejoras significativas en la escucha activa, empatía, planificación comunicativa, autoconocimiento y regulación emocional. El uso de juegos cooperativos y actividades colaborativas, como el collage y el cine interactivo, favoreció una participación equitativa e integradora, incluso entre los estudiantes con mayores barreras de comunicación. Estos hallazgos respaldan la idea de que el trabajo colaborativo estructurado es una herramienta efectiva para fomentar el desarrollo social en contextos de educación especial.