Estoy bien
Diario de un viaje hacia el vacío
¿ Cómo se escribe una ausencia? ¿Qué ocurre cuando el viaje externo se convierte, sin pedirlo, en un viaje al centro de la memoria, al fondo de la herida, al corazón de la orfandad?
En Estoy bien. Diario de un viaje hacia el vacio la autora no nos entrega un libro de viajes al uso, sino un diario intimo, profundamente literario, que entreteje la crónica, la evocación nostálgica, el retrato del padre ausente y la propia reconstrucción identitaria.
Escrito en primera persona, el texto parte de una premisa en apariencia sencilla: la autora compra un boleto de avión
—su primer vuelo transatlántico— para viajar desde México a
España, el país donde su padre vivió gran parte de su juventud.
Lo que sigue es una bitácora del alma, un relato profundamente honesto que se desplaza entre la autoficción, el duelo, la genealogía emocional y el gesto poético de recuperar el tiempo perdido.
Acompañada por mujeres generosas, paisajes nuevos y recuerdos imprecisos, la narradora camina, observa, recuerda y escribe. No busca a su padre en las calles, sino en las formas del silencio, en las canciones que él cantaba, en los hombres anónimos que se le parecen.
Este es un diario, una carta de amor a los que ya no están
y una afirmación íntima: a pesar de todo, estoy bien.