Relatos de un extraño lugar llamado Sumalta
Los lectores encontrarán en Relatos de un extraño lugar llamado Sumalta una voz intimista que esencialmente acerca al lector con quien narra estas historias de forma cautelosa, como si temiera que su interlocutor no le crea o lo tilde de loco, de tal manera que más que leer se escucha la confesión de quien comparte sus temores y angustias. No en vano inicia su primer cuento con un epígrafe de Sylvia Plath, como un anuncio a la psique de Andrea, la protagonista del primer relato. Hay otras intertextualidades, mas no son simples. En este sentido, los relatos demandan al lector ciertos antecedentes literarios para encontrar el quid de la historia. No obstante, es quien lee este texto el que tendrá una opinión más justa y cabal de estas historias.