Contemplaciones
En alguna parte de la obra de Fernando Pessoa, en aquella que conocemos como discusión en familia y en la que se veían envueltos en conversaciones, los heterónimos del poeta portugués hay un hermoso pasaje de Álvaro de Campos al recordar a su maestro Alberto Caeiro. Confiesa que la más alta lección que recibió de la poesía de su maestro fue mirar con ojos limpios la realidad, más allá si pertenece al mundo natural o al mundo de las máquinas. Aprender a mirar con ojos limpios el mundo es quizá la tarea más difícil del poeta, aunque se trate de un aspecto fundamental para la escritura.
En Contemplaciones, primer libro de Issac Cordero, nos encontramos con una voz lírica que, ante todo, hace suya esta lección de Caeiro: ya sea en los paisajes, a partir de las relaciones personales o los sentimientos propios. Cantar significa, primeramente, asumir la perspectiva desde la que miramos el mundo.