No olvides voltear a ambos lados
El cableado poético con el que Patricio S. Alejandro construye la iluminación de los fraccionamientos lírico-urbanos del libro No olvides voltear a ambos lados, posee una carga eléctrica social y directa, que se apoya en la inteligencia, el humor, la ironía. Y con un cinismo puro y crítico consolida un discurso estético propio y original.
El libro es un objeto híbrido de experimentación lingüística, acorde a los tiempos actuales, con referencias a la cultura digital, a los eventos cotidianos, a la arquitectura y el urbanismo. El volumen diseña un collage visual, narrativo y poético, donde una cartografía citadina conversa como un paciente en agonía sobre lo que acontece y deforma, en un síndrome o confesión, que se intercala con las biografías que habitan en un drama las colindancias de la metrópoli.
Historias y escenas que transcurren entre el asfalto que devora las colinas con luces mercuriales y anuncios luminosos en una masacre constructora de condominios. Planos secuencia de acontecimientos entre la simultaneidad de cruces y avenidas decoradas por el desamparo de semáforos solitarios como personas ante la naturaleza. Versos que son coordenadas, puntos cardinales, geografías desérticas, para individuos que conducen o trabajan o caminan y transitan la urbe, y son el elenco de una obra de teatro que se desarrolla en la periferia de la ciudad, creando una literatura fresca, lúcida, punzante y ácida, que invita al disfrute y la reflexión.
José Eugenio Sánchez