Rutas hacia la sustentabilidad
Conservación y bienestar en la Selva Lacandona
Los problemas ambientales identificados desde hace más de medio siglo, como la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, hoy representan emergencias ambientales globales. La ciencia ha demostrado que sus causas son antropogénicas, es decir, derivadas de la actividad humana. En este contexto, las grandes extensiones de ecosistemas naturales que aún se mantienen en pie, como la Selva Lacandona, cobran cada vez más importancia para el bienestar humano y la estabilidad ambiental. Con su vasta biodiversidad e inmensurables servicios ecosistémicos esenciales, la Selva Lacandona destaca como un bastión crucial en la lucha contra la crisis ambiental global. Su conservación es vital para proteger especies amenazadas, preservar hábitats únicos y mitigar los efectos del cambio climático, al actuar como sumidero de carbono y estabilizador del clima a escala regional y global. Además, su capacidad para regular el ciclo hidrológico, conservar el suelo, fomentar la polinización de cultivos y proporcionar recursos naturales a las comunidades locales refuerza su relevancia en términos ambientales y sociales.