Antonin Artaud
Experiencia trágica de un pensador proscrito
Antonin Artaud. Experiencia trágica de un pensador proscrito es la apuesta de Jorge Juanes por un artista disidente que pretendió un nuevo comienzo a partir de la transgresión de la ley universal, como es el principio de Razón, la cual supone ser la mejor herramienta cognitiva para cualquiera de nosotros. Sin embargo, con la modernidad institucional esa racionalidad se ha negado a sí misma: ha convertido a la physis al cuerpo a una especie de fantasma. Pensar para Artaud era “no dejar en ningún momento de sentirse en su ser interior, en la masa no formulada de su vida”. Fue un artista arriesgado, que desafió lo establecido y que confió en los individuos carnales, corporales, finito-mortales, exploradores de sus propias posibilidades de ser a través del arte teatral que enaltece la diferencia existencial y potencia las emociones. Artaud buscó espectadores dispuestos a salir distintos después de presenciar sus obras. Fue un rebelde que promovió la diferencia a través de un teatro del cuerpo que hizo del espectador un coparticipante.