Y me inventaría un Dios si tuviera que
Y me inventaría un dios si tuviera que, bajo el género vital de la autoficción poética, es el trayecto de una intuición que percibe las partes de una totalidad rota tan sólo para unirlas bajo el mismo todo que reflejará, sin titubeo, el destino de la autora: ser su propia guía, su propia madre, su propio padre, su propia abuela, su propia amante, su propia hija. Ser esa
ausencia, esa hija de la nada, para conformar una voz que descubrirá su alma y que jamás se dejará ir de sí nuevamente. En la espera, la reconciliación será divina.