La arquitectura de los jesuitas en Nueva España
ISBN de la primera edición de 1982: 968-58-0269-6
Desde su fundación, el Instituto de Investigaciones Estéticas ha conferido a la historia de la arquitectura igual relevancia que a las artes visuales. Una perspectiva integral sobre el patrimonio y su preservación impulsó esta decisión entre los fundadores y las primeras generaciones de académicos, quienes enfocaron su interés en las obras virreinales. Esto lo hace singular en el contexto iberoamericano, en donde la expresión edificada mantuvo, en principio, un camino independiente de los centros de investigación en arte, más vinculado con la propia reflexión de ese gremio en escuelas y facultades.
De entre el amplio catálogo de publicaciones que merecen nuevas ediciones se eligió La arquitectura de los jesuitas en Nueva España, obra que vio la luz hace más de cuatro décadas. Escrita por un profesor universitario, no es de extrañar que el interés estuviera puesto en identificar qué características mantienen en común los grandes centros de estudio y enseñanza que esta orden construyó desde los actuales estados de Sinaloa y Zacatecas hasta la península de Yucatán. Debido a su extensión, aún puede incluirse entre las visiones amplias que servirían para alentar los estudios regionales. Además, la creación del Museo Nacional del Virreinato en los colegios de Tepotzotlán, México, en 1964, permitió reconocer el atraso existente en el conocimiento sobre lo propiamente jesuita. Esta iniciativa proporcionó una respuesta válida a cuestionamientos que persisten hasta la actualidad.
Marco Díaz guía al lector no solo a través de las fábricas, modificadas o destruidas tras la expulsión de los miembros de la Compañía de los reinos españoles, su ornamentación, retablos y grandes óleos. Además, pretende conducirlo en las grandes ceremonias de dedicación de las iglesias y en los solemnes funerales de los benefactores. Este texto ofrece un viaje constante entre lo que perdura y los modos de habitarlo en el pasad