Cuando los arrebatos y suspiros
Los relatos tienen una lógica y los lectores esperan que se cumpla como se cumplen las cosas, consecuentes unas de otras, como se definía el cuento, del que deriva la microficción, y hay muchas microficciones lógicas, de finales esperados, o por lo menos sospechados, porque siguen este proceso de síntesis que Natalia Madrueño se salta: no rompe las reglas del cuento, las salta, va más allá, siguiendo esa costumbre femenina de la gracia.
Estas minificciones de Cuando los arrebatos y suspiros representan esos deseos a los que no logramos dar forma y de manera recurrente volvemos sobre ellos.
En los sentimientos que nos provoca la lectura de estos relatos breves, que nos llevan a una dimensión fuera de la lógica a la que estamos acostumbrados, radica su belleza estética.