Reseña

Puentes entre la ciencia y el derecho es una obra académica que reúne 78 reflexiones sobre la relación entre la Ciencia y el Derecho. Esta recopilación, corregida y ampliada, surge de las contribuciones realizadas para el programa de radio Mundo Forense, donde presentábamos los avances más importantes en este campo. En el libro, exploramos y criticamos las etapas clave del proceso judicial: la investigación, el juicio y el veredicto, todo ello bajo el lente de la ciencia y su aplicación.

La ciencia forense es un campo único en su tipo: aplica conocimientos científicos para garantizar la justicia utilizando la mejor evidencia disponible. Por su naturaleza, es un área multidisciplinaria que se nutre de diversas especialidades, muchas de ellas con una larga tradición académica. Sin embargo, la ciencia forense como tal nació apenas a principios del siglo XX, lo que ha llevado a que su desarrollo sea desigual en distintas partes del mundo.

El objetivo principal de la ciencia forense es analizar hechos del pasado reciente, muchas veces en circunstancias complicadas: eventos sin control de variables, con datos escasos, incompletos o incluso frágiles. A pesar de estas dificultades, se requieren respuestas rápidas que impactan directamente en la vida de las personas involucradas y en el tejido social. Todo esto sucede dentro de un sistema legal regido por protocolos estrictos, donde las decisiones finales no están en manos de científicos, sino de profesionales del Derecho.

Aquí radica un desafío importante: los jueces, fiscales, abogados y demás actores del sistema judicial suelen tener una formación tradicionalmente alejada de áreas como las matemáticas, la física, la química y la biología. Por otro lado, muchos científicos desconocen las particularidades del sistema legal. A pesar de estas diferencias, hoy en día muchas disputas legales dependen de la colaboración entre ambos campos. En este contexto, la ciencia no solo es un apoyo adicional, sino que a menudo se convierte en la clave para resolver los casos más complejos. En otras palabras, la Ciencia debe acudir en auxilio del Derecho.

Por todo esto, es fundamental prestar atención al papel de la ciencia forense. Así como un médico prescribe el tratamiento adecuado para curar un órgano enfermo, nuestro sistema de justicia necesita más ciencia para garantizar que las decisiones sean justas y basadas en la mejor evidencia posible.