Reseña

Los acontecimientos sensibles permiten modificar el ritmo acelerado del mundo y volver a respirar en común. Son procesos de desubjetivación, desplazamientos contra la precarización, la desigualdad y la exclusión que implican la recomposición del cuerpo socioafectivo como agenciamiento sensible para sentipensar colectivamente desde los afectos comunes, la existencia plural de los seres, los vínculos, las relaciones, los cuidados, las potencias y el devenir constante de la vida. Los afectos permiten comprender el mundo de una manera ampliada y compleja que no reduce la existencia a los entes, ni lo humano a una ontología racionalista, sino que implican reaprender a mirar y encontrar las potencias en el “entre” de las existencias singulares y abrir así el deseo a la alegría de lo imprevisible y la persistencia de lo vivo colmado de acontecimientos (im)posibles, de devenires que se fugan de lo ya dado como formas de emancipación estética, erótica y poética.