Reseña

El presidente López Mateos generó profundos cambios. Su liderazgo carismático y su discurso izquierdizante despertaron la simpatía entre amplios sectores, pero también nerviosismo en el empresariado. En la realidad su retórica emprendió la persecución a movimientos progresistas, reprimiendo con dureza movilizaciones sindicales al margen del orden corporativo. En lo económico hubo una etapa de crecimiento y estabilidad bajo las pautas del desarrollo estabilizador. Se impulsó una fuerte intervención estatal y fueron promovidas políticas nacionalistas, como la expropiación de la industria eléctrica, pero la bonanza topó con una voraz explosión demográfica. La política exterior consolidó el prestigio nacional. Su habilidad diplomática le permitió mantener un trato equilibrado entre Estados Unidos y el bloque socialista bajo la “guerra fría”, afianzando una imagen de independencia en el escenario global. Aquí desmenuzamos cómo el carisma presidencial, la estabilidad económica, la represión política y la diplomacia activa delinearon un periodo pletórico de contradicciones y tensiones.