Fetichismo naturalista
Crítica del animalismo y ecologismo posmodernos
¿Qué papel desempeñan las organizaciones globales que promueven la defensa de los animales y del medioambiente?, ¿cuáles son sus mecanismos ideológicos y de poder?
El ecologismo y animalismo, considerados como ideologías posmodernas, poseen una compleja trama de difusión horizontal que tiene la apariencia de provenir de una ciudadanía global, responsable y consciente. Sin embargo, a pesar de las prácticas ético-políticas de defensa de los animales y del medioambiente, la producción de animales para consumo humano continúa creciendo y con ello el número de seres vivos que son confinados en las granjas industriales. La devastación de la naturaleza sigue su curso, dejando sin hábitat a los animales silvestres, destinándolos a morir lentamente o, incluso, llevándolos a su extinción.
¿No será, entonces, que estas prácticas de supuesta defensa de los animales y de la naturaleza, en realidad tienen un papel legitimador de la acumulación ampliada del capital?
Las posiciones ético-políticas de defensa de los animales y de la naturaleza se han convertido en ideologías posmodernas que parecen críticas, progresistas, democráticas y virtuosas, pero lo que en su cruda realidad representan es la perpetuación del orden de dominio establecido. Estas posiciones hacen las veces de encubrimiento fetichista de la destrucción que implica el capital en su despliegue y, en ese mismo sentido, refuerzan simbólicamente su expansión.