Los carteles gringos
La aparición del fentanilo en el mercado internacional de consumo y trasiego de drogas ilícitas modificó dramáticamente todo el espectro de operaciones y ganancias alrededor del narcotráfico. Estados Unidos, la nación con el mayor número de consumidores de estupefacientes en el mundo, acostumbrado a culpar a sus contrapartes extranjeros del fracaso en su guerra contra las drogas y del imparable aumento de la dependencia a los narcóticos de millones de sus ciudadanos, evolucionó; de represor y víctima pasó a ser compinche y victimario. La DEA jamás calculó y nunca vaticinó que, después de los mexicanos, los narcotraficantes estadounidenses se graduarían en las actividades ilícitas que legítimamente los hicieron en una realidad y un problema que se le escurrió de las manos a un país víctima de sus pecados y autocompasión.