Cosmogonía
Víctor Toledo es un poeta peculiar, original, distinto. Por ello −en un género y en un país tan amplio y creativo− es necesario conocerlo.
El auténtico folclor pasa al tamiz genial de los más grandes escritores, “toda obra maestra presenta esta simbiosis”. Esta máxima suya se cumple también en su poesía. La suya es más que una poética, es una forma de pensar, de vivir. Al principio puede parecer algo particular, un juego únicamente; pero al leerlo y escucharlo advertimos una cosmovisión que conforma un todo. Uno de los rasgos que más llama la atención de Toledo es el lingüístico. El mexicano es capaz de contar una historia a partir de un lenguaje mítico con el que, al coincidir en el oído, vislumbramos la sombra asombrosa. Este ritmo acompasa la realidad, lo presente y lo pasado, lo cercano y lo alejado. Una frase suya explica su poesía: “El en-cantamiento musical órfico es la misma redención del alma”. La fragmentación léxica e invención semántica permite la plurisignificación como esencia del título mismo y sus grandes sinestesias.
Cosmogonía es un libro indispensable. Reunión de sus poemas con su visión del universo y del Ser. La intensidad, la paronomasia, el tema mítico…; es decir, su estilo, su voz… son la misma, es única: acabamos viendo neologismos, mitos, paronomasias, juegos verbales, haikus, caligramas o palíndromos como premonición de sus Permutaciones. Los mitos asientan el contexto de tales fábulas fabulosas. Sus paronomasias siempre te sorprenden. Te hacen preguntarte cómo es posible dominar el lenguaje y la poesía de tal forma. Jair Cortés compara la poética de Toledo con las matrioshkas: “muñecas rusas que guardan una muñeca adentro que guarda otra muñeca adentro que guarda…”. “Una poesía con quinta dimensión”, “un bonsái infinito que demanda lecturas microanalíticas, de organismo vivo” han dicho otros críticos. Hiperneobarroquismo conceptual de Víctor Toledo.
La euforia concéntrica que nos provoca explica por qué es peculiar, original y distinto. La obra de Toledo: “parte de la poética cabalística en sus brillantes poemas, parte del Vacío creador, del Vacío originador del mundo, del Sonido del Origen. La imagen del sonido es el sonido de la Imagen”. “Las letras son estrellas, son semillas”.
Imagino el proceso creador de Toledo como un continuo pulir. La piedra de toque es su lengua. El resultado es un brillo que se despoja de las cáscaras y de los pétalos para ofrecernos el fruto. La poesía mexicana gana mucho con Toledo.